Capitulo 1:El comienzo.

Capitulo 1: El comienzo…

Me levante y mire el despertador, genial 5:00 a.m. de la mañana y todo por esas estúpidas pesadillas que nunca me dejaban dormir.

Me removí un poco mas intentando dormir pero no, era imposible.

- mierrrda!- maldeci.

Hoy entraba al colegio a las 7:30.

Me destape, baje de la cama, me dirigí al baño y me mire al espejo.

Me cepille los dientes, me lave al cara, abrí la canilla de agua fría, y comencé a ducharme.

Termine y me cambie, con el uniforme del colegio, que consistía en: una pollera azul, una chomba blanca con distintivo, medias azules, zapatos negros y un suéter azul. Odio el uniforme, es horrible.

Camine por el pasillo mientras observaba mi casa, esta es… normal, pero a mi me encanta. Es bastante grande, tiene 4 habitaciones; una de mi abuela una mía y otras 2 de visitas, dos baños, y lo normal, living, comedor, cocina, etc.

Pero lo que mas me gusta es el patio, enorme que tiene una hermosa pileta.

Aquí solo vivimos mi abuela y yo.

Baje las escaleras, me dirigí a la cocina y allí encontré una notita pegada en la heladera.

Lola:

Me fui a trabajar mi niña, ve al colegio, en el microondas esta el almuerzo,

Caliéntalo y come, que esta muy delgada. Y Estudia ¬¬

Besitos, nos vemos en la noche.

Te quiero mucho, mi niña.

Mi abuela, una mujer tranquila y buena. Es una persona muy alegre, y a pesar de todas los obstáculos que le ponga la vida, sigue adelante. Por eso, la admiro tanto. Siempre se comporto bien conmigo, aunque cuando se enoja, uff!

No desayune, es algo que odio, desde siempre. Agarre mi mochila, y empese a caminar.

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Llegue al colegio, a decir verdad mi colegio, era uno de los mejores colegios de todo buenos aires. Aunque yo no queria venir a un colegio de chetos, mi abuela insistió. Como, yo, ella, mis padres y toda mi familia somos alemanes, quiso que yo viniera a un colegio trilingüe cosa de que aprenda no solo español, si no que, inglés y alemán. Un bajón, lo sé.

Llegue y entre directamente, sin esperar a nadie. Pues, yo no tengo amigos,

Nunca los tuve. A veces, me ciento sola, pero no me animo a relacionarme con los demás, ellos siempre me tratan como el bicho raro del colegio, todos me miran y tratan mal. Entonces yo, los trato igual.

Antes de entrar al salón, sentí que alguien me frenaba, levanté al cabeza y mire…

Aiii no, este pesado. Federico, mi peor pesadilla.

- que quieres? – pregunte de mala gana.

- Uff querer, quiero tantas cosas, pero especialmente ahora, molestarte-

Sonriendo.

- me di cuenta, digo, por una vez en tu puta vida, me podrías dejar tranquila?-

Pregunté, sabiendo ya la respuesta. Deseando que fuera otra.

- Emm déjame pensar…NO- sonrió nuevamente.

- Ah, no? – yo sonreí esta vez desafiante.

- No- contestó el igual.

- okay- sonreí otra vez. Hice como que me daba vuelta para irme y cuando menos se lo espero…